La última de Sálvame que nunca hubiera permitido Rocío Jurado.
En el último año, la factoría de ‘Sálvame‘ ha logrado envolver el espectáculo de las miserias ajenas en una especie de imagen de ONG con buenas intenciones. Y bien cierto es que la primera parte del documental de Rocío Carrasco ha servido para concienciar sobre la violencia machista desde un programa de entretenimiento masivo. Incluso esta docuserie, llamada ‘Rocío Carrasco: contar la verdad para seguir viva‘, ha realizado un valioso ejercicio de autocrítica para desaprender estigmas habituales en los espacios de corazón y sucesos, donde es habitual que se realicen juicios paralelos con ese paternalismo social en el que las mujeres suelen ser infieles y los hombres galanes de oro
Author: 20m, – Continúa leyendo en el sitio original de la noticia