Carlos Sobera es un genio y además tiene un corazón blandito como un peluche de Mimosín. Si por él fuera, la madre de Bambi no habría muerto y la peli trataría de una familia feliz de ciervos que come hierba y vive muchos años en el bosque dejándose acariciar por los humanos. Y claro, el pobre sufre cuando pasan cosas malas y la gente llora.
Author: Gus Hernández, -Ir al sitio original